Muchos se sorprenden aún al escuchar el término anglosajón ‘storytelling‘. Pero, lejos de ser una técnica novedosa, el storytelling -o el arte de narrar historias de forma atractiva- existe desde hace siglos. Storytelling y periodismo tienen muchos más elementos en común de lo que pensabas…
Está cada vez más de moda en el mundo de la comunicación y el marketing. El storytelling es, para muchos profesionales, una de las herramientas más efectivas para conectar emocionalmente una marca con su público objetivo (véase branded content o, en cristiano, contenido de marca). Quizás piensas que poco tienen que ver storytelling y periodismo. Pero, hoy más que nunca, los medios de comunicación emplean el arte del storytelling en sus relatos. Por eso quiero demostrarte que, probablemente, no habrá nadie mejor que un buen periodista para escribir una historia irresistible sobre tu marca. Te cuento algunas razones por las que, en esto del storytelling, los periodistas llevamos cierta ventaja.
Periodistas, cronistas y storytellers
- La crónica y el storytelling: crónica. (def) 1. Narración histórica, generalmente escrita, que recoge los hechos en el orden cronológico en el que sucedieron. 2. Artículo o noticia sobre un asunto de actualidad que se comenta amplia y detalladamente en publicaciones periódicas. ¿No te recuerdan estas definiciones a lo que hoy en día llaman storytelling? La crónica es el género periodístico que más elementos tiene en común con el storytelling. Los cronistas han sido siempre especialistas en narrar un hecho verídico, haciendo uso de la primera persona y añadiendo con gracia todo lujo de detalles.
- El grano y la paja: los periodistas somos expertos en detectar rápidamente qué es lo importante entre un mar de datos. Una de las primeras cosas que aprende un periodista es a ordenar la información siguiendo la famosa estructura de la pirámide invertida (narrando primero los hechos más importantes y dejando para el final los detalles).
- El orden: clasificar la información va mucho más allá de saber emplear correctamente la fórmula de la pirámide invertida. Es en este paso cuando entra en juego la capacidad de los periodistas para escoger y dosificar los datos y elegir los adjetivos que harán comprender al lector porqué es tan especial esa historia.
- El contexto: salpicar un relato de decenas de datos no sirve de nada si no hay un contexto que los ampare. El contexto no solo nos servirá para ubicar la procedencia de esos datos, también para ayudar al lector a comprender el alcance de los mismos. Un buen periodista contrastará las fuentes de la información e investigará los antecedentes de la historia. Porque los datos por sí solos no son nada: lo que de verdad importa al lector son los sujetos que generan la información (los protagonistas).
- Comunicar y conectar: una buena historia es aquella que logra conectar emocionalmente con el lector. Por eso, la misión del periodista o storyteller no es solo arrojar un puñado de datos verídicos, sino comunicar de tal forma que logre despertar la emoción. Para ello, la historia deberá estar narrada con un estilo sencillo y atractivo, propio de géneros periodísticos como el reportaje o la crónica.
El reto de periodistas, cronistas y storytellers es lograr que los lectores lean sus historias de principio a fin. El storytelling bebe de un sinfín de técnicas narrativas. Muchas de ellas, como hemos visto, son propias del periodismo. El conocimiento de todas estas técnicas, junto con la creatividad y capacidad comunicativa del storyteller, serán las claves para que una historia resulte verdaderamente explosiva. Y tú, ¿sigues pensando que periodismo y storytelling no tienen nada en común?